Epigrama: Brevitatem, argutiam, venustatem seu suavitatem

Dice la RAE de este género nacido en Grecia que puede ser:

Frase breve e ingeniosa, frecuentemente satírica o composición poética breve en que, con precisión y agudeza, se expresa un motivo por lo común festivo o satírico o en la antigüedad griega y latina, inscripción de carácter generalmente funerario y dedicatorio.

Juan de Iriarte y Cisneros, tinerfeño nacido en 1702, latinista, helenista, bibliógrafo, lexicógrafo, erudito, crítico y poeta cultivó el género epigramático y en algunos de sus epigramas alude a cuestiones metaliterarias relativas a las características del género y así escribe:

Sese ostendat Apem, si vult Epigramma placere:
Insit ei brevitas, mel, et acumen Apis.

[A la Abeja semejante, para que cause placer, el Epigrama ha de ser: pequeño, dulce y punzante].

Carlo de San Antonio aconseja sobre el epigrama en un poema que reza:

Pangere quam pulchrum cupiens Epigramma, laboret, 
Vt simile in cunctis hoc videatur Api. 
Parua, Apis, & nitida est; sit tale Epigramma; fluitque 
Melle apis; eloquio dulci Epigramma fluat. 
Atque, vt Api, extrema sit parte Epigrammati acumen:
Pulchrius hoc pangi non Epigramma potest.

[Quien desee componer el más hermoso epigrama, esfuércese en parecer en todo semejante a la abeja. Es la abeja pequeña y brillante: séalo también el epigrama. Fabrica miel la abeja; fluya el epigrama con dulce elocuencia. Y, como la abeja, tenga el epigrama al final un aguijón: ningún epigrama puede componerse que sea más hermoso].

Tradicionalmente los tratados teóricos sobre el género hablan de dos virtudes o cualidades esenciales del epigrama: la brevedad (“pequeño”) y la agudeza (“punzante”). Algunos autores hablan de una tercera virtud, que corresponde habitualmente a la venustas o la suavitas.

Collesso, en su obra dedicada al género, resume así la teoría:

Virtutes epigrammatis alii duas, alii tres pluresve adferunt; praecipuas complectemur. Brevitatem, argutiam, venustatem seu suavitatem.

[Las virtudes del epigrama unos consideran que son dos, otros tres o más. Resumamos las más importantes: brevedad, agudeza, gracia o suavidad].

La historia del epigrama comienza en Grecia y lo hace como epígrafe, ya que la traducción literal significa inscripción. Estas inscripciones eran para recordar hechos memorables, personas, lugares, en un solo verso o en un dístico, en tumbas, monumentos y estatuas.

Llega a alcanzar, gracias a los autores griegos, la capacidad de ser lírico, dramático, reflexivo y se distingue del aforismo en que este había adquirido un carácter intelectual vinculado al pensamiento filosófico o científico-humanístico. A partir de Marcial es sobre todo un dardo que se dirige contra alguien.

En la época alejandrina el epigrama se independiza de su función de epitafio o memorialista y se transforma en un género de éxito. Se trata ya de una verdadera poesía, de longitud variable, brevísima, breve o de varios versos. Los poetas son Calímaco, Leonida de Taranto, Meleagro.

El género pasa a Roma, y en los siglos sucesivos se considera que el gran epigrama es aquél escrito en latín. Es en Roma donde se afina el modelo: una breve poesía mordaz, cáustica, con una punta de veneno. Los argumentos tratados incluyen el erotismo, la política, la moda, sin olvidar el modelo griego original con sus tonos de elegía o sus visiones idílicas.

El epigrama latino llega a su nivel más alto con Marcial, Catulo, Seneca y Petronio.

El epigrama salta la edad media pero regresa revitalizado con el humanismo. El género con la difusión se abre y aparecen epigramas en latín macarrónico y en varios dialectos.

El siglo XIX es rico en epigramas y juegos de palabras. El triunfo de la prosa aleja el verso de la narración y el teatro y también del ingenio. Por ejemplo, las frases de Oscar Wilde son epigramas que conservan la velocidad, la nitidez, la economía y la tersura de Marcial pero ya no están versificados.

En el siglo XX sigue a buen ritmo, es un género afín al cenáculo cultural, a la tertulia, al café de intelectuales, a las revistas literarias, ideal para la guerra entre colegas, los ajustes de cuentas, el desprecio inteligente y claramente la sátira política.

Sirvan de ejemplo algunos epigramas del gran Marcial.

Libro VIII
V
Todo se agota

Regalando, Macro, anillos a tus amantes, has terminado, Macro, no teniendo
anillos.1455

1455 A fuerza de hacer regalos, has perdido tu rango de caballero. El ius anulorum era exclusivo de los senadores, caballeros y magistrados.

IX
A la ocasión la pintan calva

Hace poco Hilas, enfermo de tracoma, quería pagarte, Quinto, su deuda menos un cuarto. Tuerto, quiere darte la mitad. Acepta cuanto antes; es breve la ocasión del cobro: como se quede ciego, Hilas no te pagará nada.

XIX
No solo lo parece, lo es

Cinna quiere parecer pobre; y es pobre.

XX
Bueno es callar lo que no puede ser bueno

Aunque compones todos los días doscientos versos, Varo, no recitas ni uno.
No riges y sí riges1477.

1477 Estás loco y estás cuerdo. Componer doscientos versos diarios es una locura: no pueden ser buenos. Como no son buenos, la cordura aconseja no publicarlos.

XXXV
Los iguales se repelen

Siendo tan semejantes y tan iguales en la vida, la peor esposa y el peor marido, me extraña que no os llevéis bien.

Libro IX
IV
También el silencio se paga

Pudiendo uno acostarse con Gala por dos monedas de oro y más que acostarse, si se añade otro tanto, ¿por qué a ti, Esquilo, te cobra diez? Por chuparla no cobra Gala tanto. ¿Por qué, entonces? Por callar.

IX (X)
No puedes ser libre y glotón

Aunque cenas fuera, Cántaro, muy a gusto, gritas y maldices y amenazas. Rebaja esos humos tremendos, te lo aconsejo. No puedes ser libre y glotón1671.

1671 Cf. el modo de sentirse libre en 2, 53.

XXI
¿Qué es mejor?

Artemidoro tiene un querido, pero ha vendido su campo; Caliodoro tiene un campo en lugar de un querido. Dime cuál de estos dos ha gestionado mejor su hacienda, Aucto: Artemidoro ama, Caliodoro ara.

LXII
Un olor tapa otro olor

Por el hecho de usar noche y día vestidos completamente teñidos de púrpura, Filenis no es presumida ni soberbia: se deleita con el olor, no con el color1831.

1831 Sobre el vicio de tapar un mal olor con otro peor, cf. 4, 4.

LXXXVII
Las cosas importantes hay que hacerlas estando en sus cabales

Después de siete copas de opimiano1896, cuando estoy tumbado con la lengua estropajosa de tantos tercios seguidos1897, me presentas no sé qué tablillas y me dices: —“Acabo de ordenar que Nasta —lo tengo como el esclavito de mi padre— sea liberado. Pon tu sello”. —Mejor será mañana, Luperco; por el momento, mi anillo sella la botella1898.

1896 El vino de mejor calidad, por referencia a la añada del consulado de Opimio; c f. 1, 26, 7, con la nota.
1897 Denso triente, cf. 6, 86, 1, con la nota.
1898 Estando borracho, para seguir bebiendo, podía uno reservarse una botella, sellándola con el anillo (cf., supra, 59, 14, con la nota); pero no se podían tomar decisiones importantes; cf. 1, 27; 12, 12.

C
Es muy corto el jornal

Me invitas por tres denarios1926 y me mandas que, bien de mañana, vestido con la toga, haga antesala, Baso, en tu atrio; después, que me pegue a tu lado, que abra paso a tu palanquín, que vaya contigo a visitar más o menos a diez viudas.1927 Gastada está, desde luego, mi pobre toga y no vale nada y es vieja; pero no me compro una, Baso, por tres denarios.

1926 La cantidad es respetable, pues equivale al doble de una espórtula ordinaria; cf. 1, 59, 1.
1927 A la caza de sus herencias.

Libro X
VIII
No es bastante vieja

Paula quiere casarse conmigo; yo no quiero casarme con Paula. Es vieja. Querría, si fuera más vieja1989.

1989 Para heredar antes.

XIV (XIII)
Te va mal porque te va bien

Aunque un carruaje con butacas transporte a tus sirvientes llenos de afeites, y tus jinetes libios suden entre una nube de polvo2004, y tus triclinios llenos de cobertores rodeen no sólo a Bayas, y Tetis2005 palidezca untada con tus ungüentos, y los tercios de setino2006 rompan2007 tus copas de cristal purísimo, y no duerma Venus sobre mejores plumas, tú te pasas las noches tendido ante el portal de una prostituta de lujo y su puerta, ¡ay!, sorda, se empapa de tus lágrimas y los suspiros no dejan de abrasar tu pobre corazón. ¿Quieres que te diga por qué te va mal, Cota? Te va bien2008.

2004 Cf. 9, 22, 14; 12, 24, 6; Senec. Ep. 123, 7; Virg. Aen. 4, 132.
2005 Bayas y Tetis, por metonimia, “la playa” y “el mar”. Era frecuente que las grandes villas tuvieran los comedores al borde del mar y aun sobre las propias aguas.
2006 Setini trientes, servicios de vino de Setia equivalentes a un tercio del sextario; cf. 1, 106, 8, y 6, 86, 1, con sus notas.
2007 Por estar demasiado frío. Las vasijas de cristal “saltan” al echarles un líquido muy frío o muy caliente.
2008 Si él no fuera tan rico y dichoso, la Fortuna, que es de por sí caprichosa y envidiosa, no le haría fracasar en esto.

XLIII
Un campo bien rentable

Ya es la séptima esposa, Fíleros, que entierras en tu campo. A nadie le produce un campo, Fíleros, más que a ti.

XLVII
Requisitos de una vida feliz

Lo que hace más feliz la vida, gratísimo Marcial2108, es esto: una hacienda no ganada con el trabajo, sino por herencia; un campo no desagradecido2109, un hogar siempre encendido; pleitos nunca, toga poca2110, la conciencia tranquila; un vigor congénito, un cuerpo saludable; una prudente sencillez, unos amigos de la misma condición; unos convites fáciles, una mesa sin artificio; unas noches sin borracheras, pero libres de preocupaciones; un lecho nada triste y, sin embargo, púdico; un sueño que haga cortas la noches; lo que uno sea, querer serlo y no querer más nada; el último día, ni temerlo ni desearlo2111.

2108 Cf. 4, 64, 1, con la nota.
2109 Que paga con buenas cosechas los cuidados que se le dan.
2110 Poca vida “de sociedad”, cuyo símbolo era la toga y que era obligada en los actos oficiales y, sobre todo, en la visita mañanera de los clientes a sus patronos.
2111 Sobre las aspiraciones de Marcial, cf. 1, 55; 2, 90; 6, 43.

Libro XI
XVII
No todos mis versos son obscenos

No todas las páginas de mi libro son para la noche; encontrarás también algo que leer, Sabino, por la mañana.

XLV
Demasiadas cautelas

Siempre que cruzas el umbral de una habitación con su letrero, sea un chico o una chica quien te ha sonreído, no te contentas con los postigos y la cortina y el cerrojo, y pides una reserva mayor: se enmasilla, si es que hay sospechas de la más mínima rendija, y los pequeños agujeros que taladran las agujas lascivas2390. No hay nadie, que ora se tira a un chico, Cántaro, ora a una chica, con un pudor tan solícito y remilgado2391.

2390 Compárese éste con el proceder de Lesbia en 1, 34.
2391 Lo que Cántaro quiere ocultar no pueden ser más que dos cosas: la fellatio y el cunnilingus.

Libro XII
XIII
Sale más barato el odio

Los ricos, Aucto, consideran la ira un tipo de negocio: odiar cuesta más barato que dar2538.

2538 Manifestándose airados nadie se atreve a pedirles nada; cf. 3, 37.

XXIII
Y el ojo, ¿qué?

Dientes y cabellos comprados —y no te da vergüenza— llevas. ¿Qué harás con tu ojo, Lelia?. No se compra.

XXXVIII
¡No hay peligro!

De éste que anda día y noche entre los asientos de las mujeres, conocido en toda la ciudad, resplandeciente de cabellera, moreno de ungüentos, muy brillante por su púrpura, tierno de cara, ancho de pecho, depilado de piernas, que a menudo se pega a tu mujer como compañero inseparable, no hay nada que temer, Cándido, no jode.

Caracoche, M. Epigrama. El juego, la poesía, la política. Pájaro Rojo; El blog de Juan Salinas y Montserrat Mestre. Recuperado de: https://pajarorojo.com.ar/?p=16668.
Marcial, M.V. (2004). Epigramas. Zaragoza, España: Institución Fernando el Católico.
Pacheco, J.E. Doce epigramas. Letras libres. Recuperado de: https://www.letraslibres.com/mexico/doce-epigramas.
Ruiz, M. (2008). La concepción del género epigramático en la poesía latina de J. de Iriarte. Myrtia (Nº 23), 389-415. Recuperado de: https://revistas.um.es/myrtia/article/view/71341/68821.

Jimena Cid
Consejo editorial agua

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