Ignacio Miranda   

de Ocio negro (Ril, 2020)

                    ACCIÓN CIVIL
        CONTRA LA POBREZA INTERNA

        Me levanté al paso 35 pulsaciones año
corriente, ganas de llevar de la mano a los difuntos
excluidos, sentarlos en un banco ver qué pasa

        ¿Un cigarro Antonio,
                                abuelo un vino?

        Poca o mucha muerte que uno dejó suspensa
por vivir,
        júntese en qué nos hicimos daño;

        perdón gracias te quiero buena suerte
        tengámonos de nuevo en sí para siempre
verdad
        de verdad.

        Amor civil contra la pobreza interna

        en que cierto calor lleva a mostrarle a la mosca
la evidencia del cristal, la empuja a soplo o con
uña sutil sin desagrado, asco ni prisa,

        con cierta mirada, para que vuelva.

        Creeríase estar guardando tal secreto imposible
a la gente revelar, que la comunidad atesoraba
desde siempre, y, a tiento de sugestión,
        seguir dándole paso
        como dicen los mayores que hay que

        Pareceríase encontrar
las 3 patas al círculo se atravesara
las 2 dimensiones del ver por el ojo que no césar.

        Una pulsación más y seré otra el mundo,
        pues yá ni una menos,
        en esta aquí 7 veces 5 de dejar en paz a las
cosas,
        bajo la dirección asignada a cada cual por la
que se vuelve, atar la vena con un hilo para no
olvidar el pulso.

        perdón te quiero gracias buena suerte

        Seguir dando paso a loquevá

***

        EN UNA ESCALA PODRIDA DEL 1 AL 10 un día no
dominarás la danza que se detiene en las sombras
y nos venceremos.

        Bailas con el reflejo ejercicios en la comba
        a brazo partido en el error.
        Sostente, un hombre llamado Tal vez te rodea
al filo con los brazos,

Hospital de las ganas por el suelo.

        Y ahí la poesía, del ojo al vértigo tampoco
tiene mucho que decir, pues que no encuentra la
vida detrás del último verso.
        Más bien la evita,
        y se aleja.

        ¿Conoces otra manera de danzar?
        Libertad, qué poco puedes.

        Está brillando la noche una cultura azul,
y no claudica.

        Reflejo convaleciente, digo nos venceremos

        Palabras de árbol caído insisten
                                                después de las
ventanas aún aguarda el momento la ocasión,
tullido así con todo.

        Pero el momento volverá a ser solo un nuevo
rostro inmóvil,
        y que no dice nada

Fe en el mudo
        y a lo siguiente

por el pasillo a cuestas de las flores.

***        

DE LA NECESIDAD DE UNA SEMIÓTICA SIMPLE

        Los barcos de carga transportan tres tipos de
mercancía sobre la Sena

estructuras de metal                                 basura
                        escombros

        Debe de haber un cuadrante,
        seguro un patrón de trayecto horario alguien
activa señal alguien interpreta código y lo que no
sirve se lleva hacia otro lado hacia otro lado

        Los barcos de carga se abren paso por la Sena
y la bruma de noviembre.
        En diciembre aumenta la desesperación.

        Insiste en la idea prosaica de avance sostenible;
        no se disocie amor sin crecimiento y pérdida.

        En enero queda clausurada definitivamente la
ciudad claudica ante la rata habiéndola metido
dentro.
        Se la come.

19 gaviotas en lentitud de basural sobre las aguas.

        Para llegar a la casa que seremos, habremos de
atravesar el bosque de la recomposición, a pie
entre los esqueletos de los árboles.

        El humo sube a pesar de la lluvia que aún no
cala ¿empujará el cielo hasta permitir una casa con
más espacio?

        En febrero los barcos de carga sobre la Sena tal
vez habrán llegado a su destino.

Lo cual no importa.

***

De Los Estadios Olímpicos (RIL, 2022)

  1. ELEANORA FAGAN / BILLIE HOLIDAY

Seguro que tú eres de esos que piensa que Dios habita en los pantalones
cagados de un mendigo, pero yo digo que Dios tiene más que ver con la
podredumbre de uno que con las deficiencias del mundo como es.
        ¿Qué pasaría si te dejaras en paz un poco y acogieras el mundo como
viene? Que todos los dioses morirían de inanición en esa fosa séptica de la
que nacen. Dejarían de salir de allí. Les abandonaría el brillo que nuestros
ojos ponen sobre ellos.
        Tú como eres.
        El mundo tal cual es.
        Y mira yo no sé si la gente tiene miedo a morir y por eso andan de un
lado para otro pensando en el día de mañana. O si es cierto que dinero, poder
y gloria son lo que las malditas católicas de la residencial llamaban «las
tentaciones del diablo».
        Lo que sí sé es que todo el mundo le dice a todo el mundo lo que tiene
que hacer, aunque ese no es el problema, ya sabes, el problema es repetir la
misma cantinela y dime, querido, si eso no es estar ciego para la vida igual
que hay gente que está ciega para la gente.
        Yo solía decir: «Si voy a cantar como cualquier otra, entonces no necesito
cantar para nada».
        Pero ahora quiero algo distinto para mí, no necesitar cantar, ni como yo ni
para nada.
        Cuando hablo de música sé de lo que hablo, y no porque a los diez ya
escuchara a Louis con su daba-daba-da y a Ma y a Bessie en la victrola de
una casa de putas, sino porque la música, querido, me hizo sobrellevar mi
día fregando escaleras de blancas holgazanas.
        Si lo que pasé fue cierto, no he visto gente más estropeada que la que ha
vivido solo para trabajar, ni más fea que la gente mala.
        Créeme, querido, hay gente que es gentuza aunque la veas aseada y
limpia.
        Así que tiempo para ti.
        Todo el tiempo del mundo para malgastarlo.
        Fui fregona, prostituta, lavandera en la prisión, cocinera del alcaide; fui
camarera en dos o tres casas de póker y he cantado en antros, hoteles y
teatros Y algo que puedo decir es esto: donde más pasta se mueve más
te engañan.
        Mi problema no fue ser mujer en un mundo de hombres, ni negra en un
mundo de blancos; el problema es ser más pobre que una condenada rata en un
mundo infestado de bastardos indecentes.
        Debe de haber algo mejor que lo que tienes, te dices, y no te faltará razón.
En todos los sitios he encontrado gente buena. Pero siempre lo peor te está
buscando allá por donde vayas.
        ¿Alguna vez has pensado «Ya he hecho todo lo que había que hacer en
esta cochina vida, ya puedo irme», y todo lo que habías hecho no era más
que corrientes de aire que se desenlazaban?
        También eso eres tú, no lo dudes.
        Eres todos y cada uno de los días en que no crees en ti, en los que cabe
tan poco respeto en tu corazón que pierdes el sentido de las cosas.
        ¿Pero qué es el sentido de las cosas?
        Nadie conoce la esquina que no doblarás nunca.
        Tuvieron que romper el brazo de mi bisabuela, la yegua de los diecisiete
hijos con un blanco, el amo de las plantaciones de algodón que quedaban al
este de Virginia.
        Me contaba su historia de criada bien tratada y nos quedamos dormidas
en el suelo.
        Solo al despertarme vi que estaba más seca que un pellejo.
        Y esas zorras de la residencial.
        Cuando me encerraron en una habitación a oscuras.
        Pasé la noche en vela con el cadáver de una niña en la cama que tenía enfrente.        
        Lo que quiero decir es que cómo baila cada uno con la muerte solo uno lo
sabe, porque cuando el corazónahogado de tristeza acude a ella, la maldita
lo estruja.
        Busca en ti tu debilidad, querido.
        Ponla sobre la mesa.
        Lo que duele es la clave, y la nota. Lo que duele es la nota y yo viví en la
nota, y puedo apostarte a que sin ella el amor es un juego perdido.
        Piensa que hay quien vive con la muerte a un palmo de su cara, y que la
condenada canta bien. Te adormece con su nana fresca y dulce como aroma
de magnolias.
        Pero cuando logras despertar, ves extraños frutos que penden de los
árboles, y sangre en el pico de los cuervos que se alejan de los álamos
del sur.
        Así que guarda el miedo para la almohada y muérdelo.
        El miedo es una esfera de gas que al morderla se esfuma.
        Y no te rindas hoy.
        Ríndete tal vez mañana.
        Pero que el día de rendirte nunca venga.

***

De El año en que viví a las afueras (inédito)

Crujidos recurrentes en la carretera hacia el Pacífico

y el cangrejo
no sé
lo traes entre los dedos

EDUARDO LANGAGNE

sinceramente, Hubo un tiempo en el que trabajé como pinche de cocina en
un restaurante de cangrejos, junto al océano Pacífico. el trabajo consistía en abrirlos en
canal. el trabajo consistía en recibir cada mañana cubos repletos
de cangrejo adulto o niño y cortarlos con tijeras por el medio de la cara

por el medio de la cara / la mitad /

a la mitad /

sinceramente hubo un tiempo,

cuando mi madre era un océano, que el trabajo consistía en no pensar si hay
especies de cangrejos que andan a los lados y especies de cangrejos que
andan hacia delante y hacia atrás, honestamente y sobre todo, en no mirar a
los cangrejos a las pinzas a las cáscaras a cómo extremadamente móviles
giran los cangrejos sus ojos pedunculados

antes de que las tijeras atraviesen el caparazón,

sinceramente, muda //

en varias etapas los cangrejos mudan su caparazón,

sinceramente los cangrejos juveniles tienen que seguir mudando muchas
veces su cáscara hasta convertirse en adultos : un procedimiento que dura
muchas horas : si el cangrejo se atasca, no muda // morirá

cuando mi madre era un océano fecundaban en ella los cangrejos, o células
crecidas fuera de control que analizadas bajo el microscopio semejan la
forma de cangrejos, sinceramente, desovar:

algo que nada tiene que ver con el destino : larvas recién eclosionadas en el
agua, un lanzamiento programado con mareas, a menudo: nado libre,

corrientes de agua,

mareas /

tras la muda de las larvas, el hábitat del cangrejo joven es mi madre /

el ciclo de la vida : fecundar y desovar, migraciones muy extensas : o mareas
: de cangrejo joven hacia fuera de mi madre, y luego luego, a la inversa,

migraciones muy extensas : o mareas : de cangrejo adulto hacia el océano,

o a los órganos rocosos, teóricamente,

o a los órganos fantasma, poéticamente,

donde los cangrejos habitan en gran desproporción;

migraciones muy extensas : o mareas : de cangrejos que en áreas tropicales
pueden resultar en una considerable matanza de cangrejo en carreteras /

algo que nada tiene que ver con el destino / sinceramente por ello dejé de
trabajar como pinche de cocina en un restaurante de cangrejos,

fue un tiempo en que la madrugada se despertaba muy temprano haciendo
bulla rara, sinceramente en área tropical //

como crujidos

IGNACIO MIRANDA (Madrid, 1981)

Ignacio Miranda es autor de los poemarios crak (Caudal, 2015), Ocio negro (RIL, 2020) y Los
Estadios Olímpicos
(RIl, 2022). Licenciado en filología hispánica y máster en estudios avanzados en filosofía, ejerció durante una década como profesor en la Fundación Centro de Poesía José Hierro y coordinó varios años el «Ulysses Project», un proyecto de análisis colectivo del Ulises de Joyce.


Tres detonantes creativos
Mi mujer, el día a día y la convicción de hacer algo un poco digno, o bien la sensación de fracaso al no haber conseguido hacerlo el día anterior.

¿Algún rito preliminar antes de la escritura? ¿Cuál?
Preparar café y liar el cigarrillo.

¿Qué fases atraviesan tus poemas? ¿Cuándo pones fin a un texto?:
Cada poema es un universo que rige sus propias leyes, de tal modo que hay que ir descubriéndolas mientras se escribe. A veces los poemas surgen de un tirón: son excepciones. Otras te encuentras con una larva a la que alimentas con sangre. Hay criaturas que nacen muertas pero que luego resucitan, y otras que directamente duermen el sueño de los justos. Hay poemas frankenstein, espirales alrededor de nada, carreras de 100 metros y poemas maratón. La última corrección antes de que el texto vaya a imprenta: ese el final, el momento en que se asume no haber logrado ir más lejos. Cuando el libro llega a librerías, significa que ha quedado atrás un ejército de soldaditos tullidos o reventados, riéndose de ti.

¿Cuáles son tus referentes poéticos?:
El último descubrimiento significativo: Ocean Vuong. Pero con Roberto Bolaño, David Foster Wallace y Marcel Proust en bucle ya tengo bastante por ahora.

Un consejo al escritor novel:
El periodista le pregunta a Simeone por el talento. Este responde: «primero trabajo, después trabajo y después trabajo, y luego ya después talento». Leerlo todo y fascinarse y no creerse nada. Copiarlo todo y morir por que parezca tuyo, así lo hacía Shakespeare. Escribir bien es la premisa de la que se parte, pero no solo se trata de escribir bien, sino de hacer que tu escritura te permita obtener dinero para seguir comprando tiempo. Permanecer a la escucha de lo que necesita de ti la sociedad, y encontrar el equilibrio con lo que necesitas tú decirle. La escritura es un intercambio de generosidades, en el que se supone que todas las partes deben salir beneficiadas. Si no te lo pasas bien, en algo que de por sí resulta patético, mejor haz otra cosa. Y una vez se hayan asumido las condiciones del mercado, encontrar el mejor modo de insertar en el imaginario público tus demonios y fantasmas y otras maravillas por el estilo.



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