José Castiñeira

Encontrar las palabras elementales.
Y luego hablar.

Laura Casielles
(De Los idiomas comunes, Hiperión, 2010)

Poco a poco avanza por la calle
un sonido de pasos de madera
colocan bolsos en la carpa
y es la misma mano de siempre
que cruza siglos como campos de trigo.

Al lado
alguien monta mesados o estanterías
con un aire de cuero
tela o mejorana,
hay otras plantas en el suelo
albaricoques, romero, albahaca
o fruta fresca
y un enjambrido de voces que se alza así
al cielo
lentamente.

Un rumor antiguo de casa, pan, cereal o cerveza
se oye
como en un templo de Sumer o Gobekli Tepe
¿Quién escupe esas voces de seres tan viejos?

Al aire
los vencejos no sé qué están diciendo con sus trinos
pero este orquestar de voces
chíos y zapatos
tiene un aire de ceremonia o rito milenario
parece una oración
no sé qué dice
no sé quién reza.

***

A Bernardo Atxaga

Alguna vez
antes de la historia
un pequeño haz de luz cruzó las profundidades abisales
fue como romper el día de una calle
el cruce de Shibuya con temas de Stravinsky o Shostakovich.

Quizás algunos peces
sintieron la verdad iluminados
con un espasmo de branquias en su cuerpo
quietos por un instante
comenzaron de pronto
este místico mantra de silencio que les caracteriza.

¿Qué versos balbucearán estos poetas?
¿Qué misterio quedó prendido de sus labios sin remedio?

Será algo importante que debe decirse
pero que no recuerdan.

***

Con alma de mosquitos tienes,
a tu pesar, raíces.
Eres casi una hierba coronada de nubes,
viento y semilla breve del mañana.

Alentará mi soplo tu suspiro blanco
y así serás deseo, sueño, horizonte,
esperanza que vendrá algún día
de alguna otra parte.

Hágase tu libertad
pequeño rugido de flores
que aquí nos quedamos todos
buscándote,
soñándote,

envidiándote


¿Cómo te has enfrentado al proceso de creación de estos textos?:
Estos poemas vienen de algún disparador dado en los talleres, así que hay una primera fase de búsqueda y encuentro; después el momento eureka en el que aparece una imagen de la nada dialogando con el disparador (o no), luego hay una fase de verbosidad rítmica, que es como tirar del hilo. Luego pulir y simplificar el texto, y al final la parte de lectura compartida. Después habría una última fase de memoria u olvido del poema.
Lo sencillo:
La fase de verbosidad rítmica es la más sencilla para mí.
Lo difícil:
Encontrar una versión limpia que sea precisa, mantener el asombro.
Lo inesperado:
Descubrir la imagen, el corazón del poema, cuando aparece de repente.
Dos palabras para describir tu proceso creativo (en relación a los textos que nos envías):
Ritmo y diálogo.

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