Andrea Reiriz

Ojalá 

van pasando los días pasan 
me acerco a algo que todavía 
no sé me distraigo fácil sigo 
me encuentro al otro lado del espejo
hay algo me sostengo por un hilo muy fino
imperceptible la distancia entre las estrellas
tiran levemente hacia arriba no hay nada
que defina nada 

contengo la desesperación 
elevo mis brazos me descubro 
propia de la tierra muy mía 
esta tierra nadie jamás 
podrá arrancar de aquí mis raíces 

sin embargo hay instantes 
busco desesperadamente 
reencontrarme con un mundo 
al que ya pertenezco 
un débil reconocimiento de lo que ya soy 

meto tímidamente la cabeza 
hacia dentro vislumbro 
la claridad es solo niebla 

sigo caminando 
descalza desprovista de cualquier cosa
acercándome a eso algo 
que todavía no sé 
lugares fríos en el cuerpo 
rincones olvidados 
aspectos de la fe 
voy acercándome 
y ojalá

Geografía 

el corazón en el centro 
ligeramente desplazado a la izquierda
como el faro en medio de la isla
ligeramente desplazado 
a la izquierda.

La isla 

Tuve 5 
pasé el verano con la cabeza metida entre los espacios de las rocas
rasgando con las uñas los salientes de nácar 
no recuerdo quién me dijo mi padre mi abuelo 
si guardas el nácar con el tiempo se convertirá en perla
no pretendía construir una riqueza 
sino dejar lisa la superficie 
era mi manera de cuidar aquella tierra. 

Fui madre a los 5 
de una isla atlántica 
que se me imprimió en el alma 
se escribió en mí, así, 
yo mirando hacia otro lado, inconsciente, 
vivía el sueño de esos días. 

Cómo lograr no procurar más 
que asistir con los sentidos 
los lugares 
y que nombrar no sea nunca 
nunca 
una tarea adulta.

Nombre:  Andrea .
Apellidos: Reiriz Pouseu
Altura: 1,69
Escuela creativa en la que te estás formando o de la que has sido alumno:
Ahora formo parte del laboratorio de escritura de Casa Índigo. 

¿Cómo te has enfrentado al proceso de creación de estos textos?:
Siento que algunos poemas llevan tiempo escribiéndose dentro de mí, acompañándome en el silencio. Llevo años bocetando, tomando notas, leyendo y desarrollando una mirada poética hacia el mundo; pero no ha sido hasta hace poco que han encontrado un canal, un espacio por el que salir al mundo (creo que tiene que ver con una apertura emocional). La escritura ha pasado a ocupar un lugar importantísimo en mi vida, como si siempre hubiese estado ahí, pero ahora me supiese preparada, más valiente, para enfrentar la verdad de mi texto, cultivar la paciencia y asumir el compromiso. 
Lo sencillo:
Lo sencillo es escribir, y disfrutar haciéndolo. 
Lo difícil:
Identificar la voz censora, la que quiere controlar, escucharla con cierta distancia y no dejar que se entrometa en el texto. Mantenerse fiel a la verdad del texto mientras, a la vez, dejamos que esta se modifique. 
Lo inesperado:
Como la experiencia del cuerpo transforma la escritura. También, descubrir como los poemas empiezan a relacionarse entre ellos: se miran de frente, se aluden, se rechazan o se buscan. Es imposible planearlo, ¡es tan bonito!
Dos palabras para describir tu proceso creativo (en relación a los textos que nos envías):
Pulsión y movimiento.