LA EVANESCENCIA
La evanescencia de, no sé, palabras
como estas que se escupen en la acera,
versículos que no obran el milagro
de que la luz te nombre y me convierta
en una sombra herida y maloliente
que te entrega su piel, como si fuera
un perro que atraviesa cada noche
y detiene su aullido ante tu puerta,
una bestia mojada que palpita
antes de verlos caer, de que enmudezcan
los pájaros que anidan en tu vientre
y se rinda tu sangre en una ciénaga.
La evanescencia, amor, la evanescencia.
LA LETRA PEQUEÑA
Arroja el corazón
y corta tus orejas,
desuéllate la frente,
arráncate los ojos.
Secciona los tendones,
fractura los tobillos,
ampútate una mano,
arráncate los ojos.
Destruye tu nariz
y quiebra tus rodillas,
machácate los dedos,
arráncate los ojos.
Araña tus muñecas,
rebánate los labios,
golpéate en el vientre,
arráncate los ojos.
Desgarra tu intestino
y saja tu garganta,
abrásate la lengua,
arráncate los ojos.
Amor, revolución,
poética política,
en todo manifiesto
habita una traición.
Y todo estaba escrito:
desnuda tus palabras,
azota las promesas,
arráncate los ojos.
MATERIA
Si fuera solo cuerpo cada abrazo
y un puñado de aire la mirada,
si los ojos, heridos del mañana,
del recuerdo no fueran los esclavos,
si fuera solo polvo cada paso,
si fuera cada beso un vaso de agua,
si fuera solo llama la palabra
y alzase una paloma de tus labios.
De todas las potencias, solo el cuerpo
promete únicamente lo que cumple.
Materia: más que amor. Acaso el vuelo
de una piel que resiste su derrumbe.
Si fuera la palabra solo fuego
y apagase el silencio que nos cubre.
Nombre:
Antonio.
Apellidos:
Pérez Río.
Altura:
Relativa. Si prefieres datos absolutos: 1,68.
Escuela creativa en la que te estás formando o de la que has sido alumno:
En los albores del milenio participé en diversos talleres y cursos. He decidido aprovechar los no tan felices años veinte para volver a escribir poesía y lo he hecho en el marco del Máster en Creación Poética de Billar de Letras.
¿Cómo te has enfrentado al proceso de creación de estos textos?:
Lo sencillo:
Al escribir el primer verso, la montaña ya ha sido escalada.
Lo difícil:
El descenso es desplegar y finalizar el poema, un trayecto peligroso y con bastantes trampas. Para evitar accidentes, intento tomar distancia, respetar la música, rasgar el yo y dejar paso a lo inesperado.
Lo inesperado:
La poesía.
Dos palabras para describir tu proceso creativo (en relación a los textos que nos envías):
Silencio. Libertad.