Clorofila, un rubor y el agua llega.
El año no comienza hasta que Démeter lo abraza, diga lo que quiera el calendario. Tampoco empieza el año a decir “tiempo” hasta que viene la poesía y lo inaugura: por eso el año anda y habla sólo desde hoy; lo de antes, advertimos, fue únicamente un simulacro.
Día de la poesía y primavera: dos nombres para un inicio sólo. Y en el inicio: siempre agua.
Los inicios también tienen historia: el de agua tiene cuatro: uno por cada año que sumamos desde otro que fue hace cuatro. Hemos abrazado a Démeter en cuatro primaveras, hemos dicho “tiempo” desde la poesía cuatro veces. Y hoy de nuevo, otro inicio.
El rubor en este número lo pone o nos lo quita la poesía de Isla Correyero, en arrecife.
Encontramos clorofila, eléctrica de savia, en el delta: los versos de María G. Zambrano.
Nos florecen cuatro nuevas especies en la fauna abisal: Sabrina Haboba, Eduardo Carrasco, Antonia Castaño y Pablo Meriguet Calle.
Ojo de buey viene con frutos nuevos y distintos de la mano de Riky Blanco.
El plancton siempre nutritivo nos lo trae Salomé Ballestero con su artículo Poesía y mitos.
Detrás de las burbujas que deja la aguadilla está Pilar Trol, que escribe sobre el Risus paschalis.
Y los peces nuestros, corazón de cualquier agua, han hecho su viaje desde la mirada de Carmen Campo.
Siempre agua en el inicio, y también la primavera; y la poesía, que es agua y primavera y un rubor.
Feliz nuevo número de agua. Feliz año que comienza, diga el calendario lo que quiera.
Y feliz día mundial de la poesía.
Pilar Trol
Consejo editorial agua