Se crece la tormenta y vuelve el agua
desde la primavera hecha verano.
Con el veintiuno y entre el viento llegamos a un nuevo mes impar; llegamos hacia el viento; llegamos para él y así os lo alcanzamos: nuestro viento oceánico que canta.
Canta en el arrecife con la voz de Luz Pichel tan caracola como pez espada; también como un erizo con las púas ligeras de jugar.
Canta en nuestro delta y esta vez la voz es el caparazón de una tortuga revoltosa con los ojos perspicaces; la voz es de Pablo Texón.
Otras voces que se amarran a este viento vienen como cantos de la hondura y se unen a nuestra fauna abisal; son Ángel de Ladre, José Rosales, Paola Bellido y Mar Gómez de Daniel.
Los ojos también cantan y es nuestro ojo de buey el que hace melodía en nuestro viento; Santiago Meroño es quien pone el canto óptico en este número.
Canta Marisa Bello mientras busca las raíces de la cuaderna vía por entre el plancton.
Canta Marisa Bello mientras atraviesa con la risa una aguadilla y de ella saca un vicio que es de gnóstico.
De nuevo veintiuno y mes impar. De nuevo la tormenta y nuestra agua y la poesía.
Si tiene que crecer la primavera
que sea de tormentas y del agua.
Pilar Trol
Consejo editorial agua